Ese número de viajeros en Castilla y León, la mayoría
residentes en España, supuso 1.421.687 pernoctaciones en alojamientos de
turismo rural en 2011, una algo menos a los 1.427.812 de 2010
Por último señalar que la estancia media bajó hasta alcanzar
los 2,27 días, frente a los 2,4 de hace un año.
A pesar que Castilla
y León sigue siendo la principal receptora de turistas que buscan el turismo
rural como forma de ocio, y a pesar del pequeño incremento que ha supuesto con
respecto el año 2010, no hay que olvidar todos los pequeños establecimientos
rurales que han tenido que cerrar sus puertas por no poder hacer frente a los
gastos. Es por ello que desde este blog pedimos mas atención por parte de la
administración a un sector que tanto influye al PIB regional y en cierta medida
tan desamparado se encuentra.
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